El ciclismo urbano debe convertirse en un elemento clave en la lucha contra el cambio
climático, así como en un medio prioritario de transporte para las personas en las
ciudades de Colombia. En ese sentido, para aumentar el número de bicicletas en las calles
debemos generar una serie de medidas desde la política pública que nos permitan
incrementar la infraestructura ciclística, así como generar incentivos económicos para
aquellas personas que utilicen este medio de transporte para ir a sus trabajos y
compromisos académicos.
El ciclismo urbano es un medio de transporte que permite desplazarse a la ciudadanía de
una manera más económica, pero además es una actividad física que trae beneficios a la
salud de sus practicantes. Según estudios y análisis científicos las personas que se
desplazan en bicicletas viven vidas más largas y tienen menos enfermedades
cardiovasculares que aquellas personas que se desplazan regularmente con vehículos
motorizados.
Dos estudios realizados sobre el tema en las ciudades de Copenhague y Shanghai
encontraron que la mortalidad de los y las ciclistas era un 30 % inferior a la de que aquellos
viajeros que no se desplazaban de manera activa o realizaban regularmente ejercicio, ya
que el uso regular de la bicicleta como medio de transporte genera una rutina deportiva
que previene la obesidad y disminuye la posibilidad de comportamientos sedentarios.
La Ley 1811 del año 2016 incentiva el uso de la bicicleta como medio de transporte y busca promover prácticas saludables e instaurar una política de movilidad alternativa articulada con el sistema público de transporte, así como una cultura de sostenibilidad ambiental en las ciudades. Pero es una ley que se queda corta ya que beneficia con tan sólo un pasaje (que es abonado a su tarjeta) a funcionarios públicos que usan la bicicleta hasta con ocho medios días remunerados al año, a las(os) biciusuarias(os) que utilizan este medio como limentador en Sistemas Integrados de Transporte Público, que acrediten 30 validaciones de uso de biciparqueaderos.
Para incrementar y duplicar los desplazamientos de ciclistas urbanas(os) en Colombia,
debemos construir un fondo desde la política pública que haga una inversión importante
de recursos del Estado para construir una mayor cantidad de infraestructuras ciclísticas en
los próximos cuatros años, así como para mejorar las estructuras deficientes de las ya existentes, también para poder generar incentivos económicos más representativos y libres de impuestos para aquellos trabajadores (as) y estudiantes (as) que usen la bicicleta como medio de transporte para llegar a sus puestos de trabajo o estudio.
Desde lo normativo debemos propiciar un mayor tráfico bidireccional de bicicletas en las
calles de un solo sentido implementando carriles. Debemos también crear programas de pedagogía del ciclismo en todas las escuelas del país. Así mismo, para evitar el robo de bicicletas es necesario establecer un sistema obligatorio de identificación que sea eficiente y se apoye de herramientas tecnológicas.
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